Buenas,
Pasaba por aquí, como otras veces, y después de un buen rato dedicado a esto del AICLE, me he acordado de mi blog y he decidido aprovecharlo para contarme algo (digo contarme, porque soy el único que lo lee). Aunque sábado, ha madrugado un poco: a las cuatro de la madrugá, como si siguiéramos con las cercanas procesiones, me he levantado par despertar a mi hija y acercarla a coger el autóbús con destino Aveiro (Portugal), en una actividad organizada por el Ayuntamiento de mi pueblo (Don Benito, Badajoz), buscando un hermanamiento con los portugueses que nos proporcione el impulso internacional necesario para ir un paso más allá. Buena embajada hemos enviado! Que haya suerte, nos vendrá bien.
Y ya que estaba levantado y despierto (que son dos cosas diferentes), decidí dedicar el día a San Aicles. Así que de vuelta a casa, me acosté de nuevo claro está. Pero he trabajado también: llevo un par de horas analizando el material que había seleccionado durante la semana, y he conseguido escribir una extensa reflexión que espero que me sirva en el futuro. Todo perfecto, incluso el ordenador ha respondido a dos apagones generales de suministro eléctrico (se ha ido la luz, vamos) por culpa de la plancha (instrumento de tortura donde los haya).
Aquí dejo un par de enlaces, para tenerlos a mano en el futuro:
http://www.juntadeandalucia.es/educacion/descargasrecursos/aicle/html/pdf/088.pdf
http://www.teachingenglish.org.uk/article/clil-pshe-healthy-eating
Cuando tenga otro rato, me volveré a pasar por aquí,
sábado, 26 de abril de 2014
domingo, 20 de abril de 2014
En Marugate con los primos
Buenas,
Pasaba por aquí y he decidido hacer un alto en este domingo de resurrección, para contaros algo diferente. No todo va a ser serio en este blog, así que os dejo algo de la otra tarde en el campo. Alucino con mi primo Fernando. Siempre ha sido un fuera de serie para todo, y acabo de descubrir que también lo es para la cocina. El otro día preparó una paella de muerte (eso dicen; yo llegué a la hora del café). Le llevó su tiempo (las malas lenguas dicen que desde las 10 de la mañana hasta las cuatro de la tarde), pero el reportaje fotográfico que me enseñó del proceso de elaboración y las notas que tomó durante el mismo, perdonan cualquier pequeño retraso en la degustación: el pesado de los ingredientes, la línea de tiempo elaborada de cuando añadir cada uno de ellos (con las pequeñas correcciones necesarias para la próxima vez), y el resultado final, hablan del exito de la misión. Eso, completado con un largo paseo por Marugate (maravilloso en esta época del año) me hicieron pasar una tarde casi perfecta (si hubiera llegado 10 minutos antes, en lugar de una empanadilla de almendra de las monjitas, me habría tragado un buenplato de paella). Otra vez será.
Estoy a la espera del reportaje ya revisado que Fernando va a elaborar y que ha prometido mandarme (se lo tendré que recordar, seguro. Tiene muchas cosas en la cabeza). Lo que no prometo es seguirlo fielmente, pues si tengo que estar seis horas preparando la paella, los de mi casa se van a comer fuera
Pasaba por aquí y he decidido hacer un alto en este domingo de resurrección, para contaros algo diferente. No todo va a ser serio en este blog, así que os dejo algo de la otra tarde en el campo. Alucino con mi primo Fernando. Siempre ha sido un fuera de serie para todo, y acabo de descubrir que también lo es para la cocina. El otro día preparó una paella de muerte (eso dicen; yo llegué a la hora del café). Le llevó su tiempo (las malas lenguas dicen que desde las 10 de la mañana hasta las cuatro de la tarde), pero el reportaje fotográfico que me enseñó del proceso de elaboración y las notas que tomó durante el mismo, perdonan cualquier pequeño retraso en la degustación: el pesado de los ingredientes, la línea de tiempo elaborada de cuando añadir cada uno de ellos (con las pequeñas correcciones necesarias para la próxima vez), y el resultado final, hablan del exito de la misión. Eso, completado con un largo paseo por Marugate (maravilloso en esta época del año) me hicieron pasar una tarde casi perfecta (si hubiera llegado 10 minutos antes, en lugar de una empanadilla de almendra de las monjitas, me habría tragado un buenplato de paella). Otra vez será.
Estoy a la espera del reportaje ya revisado que Fernando va a elaborar y que ha prometido mandarme (se lo tendré que recordar, seguro. Tiene muchas cosas en la cabeza). Lo que no prometo es seguirlo fielmente, pues si tengo que estar seis horas preparando la paella, los de mi casa se van a comer fuera
Mi curso AICLE en el INTEF
Aprovechando estos días de poco trabajo y escasa actividad social, he decidido lanzarme a por las actividades voluntarias del curso. He logrado abrir este blog (vaya lío el elegir el título: todo lo que se me ocurría ya estaba pedido. Eso pasa por incorporarme con tanto retraso a este mundo) y ahora escribo algo sobre el aprendizaje visible.
Retroalimentación. ¡Vaya palabrita!. Cómo biólogo estoy acostumbrado a ella, pues es algo normal en el funcionamiento de nuestro organismo (las hormonas y esas cosas que tenemos pululando por nuestro interior). Y como docente, también, pues ya son muchos años dando clase (dando y recibiendo a y de los alumnos), retroalimentándome para salir "vivo" día a día de este complicado mundo de la enseñanza.
Retroalimentación. ¡Vaya palabrita!. Cómo biólogo estoy acostumbrado a ella, pues es algo normal en el funcionamiento de nuestro organismo (las hormonas y esas cosas que tenemos pululando por nuestro interior). Y como docente, también, pues ya son muchos años dando clase (dando y recibiendo a y de los alumnos), retroalimentándome para salir "vivo" día a día de este complicado mundo de la enseñanza.
viernes, 18 de abril de 2014
Hola, aquí estoy
Buenos días a todos (sobre todo a mí, que soy el que lo va a leer). Amanezco en el mundo de los blogs de la mano del curso que estoy realizando online en el INTEF, sobre metodología AICLE, para mejorar mis habilidades y "entenderme" mejor en las clases de Bilología con mis alumnos de la sección bilingüe. A ver que tal. Juanvi
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